Ignacio Gracia NoriegaIgnacio Gracia Noriega


Gracia Noriega, Los grandes clásicos

Ignacio Gracia Noriega

Apuleyo: "El asno de oro" y el futuro de la novela

Lucio, convertido en burro, sólo puede recuperar la condición humana si come rosas

Ya nos hemos referido al fragmento del "Satiricón", la novela costumbrista de Petronio. "El asno de oro", de Lucio Apuleyo (124-180 d.C.) es la única novela latina que se conserva íntegra y su prestigio, aún en la actualidad, no es inferior al de la novela de Petronio, aunque hasta el momento no ha-ya merecido los honores de la adaptación cinematográfica. Pero muchos de los numerosos elementos que la componen se han transmitido o han sido aprovechados en la literatura posterior Lucio, el protagonista, deseando iniciarse en los secretos de la magia, es transformado en burro. Nos viene al recuerdo Bottom, cuya cabeza es convertida en la de un burro por obra de magia en "El sueño de una noche de verano", de Shakespeare; y el asno tiene muchos amos, como Lázaro de Tormes, y por su condición de irracional puede curiosear por casa y palacios como "El diablo cojuelo" de Vélez de Guevara. La novela picaresca española no existiría sin "El asno de oro", y sin el precedente de la novela picaresca no se hubieran escrito "Tom Jones" de Henry Fielding, "Oliver Twist" de Dickens, "Las aventuras de Huckleberry Finn" de Mark Twain, "Las almas muertas" de Gogol, "Kim" de Kipling. Esta proyección hacia el futuro se apoya en una novela griega del pasado atribuida a Luciano, a la que Apuleyo imita con bastante fidelidad en los episodios de magia y aventuras.

Como en el Quijote o "El documento encontrado en Zaragoza", de Jan Potocki, Apuleyo intercala cuentos y novelas cortas dentro de la trama principal, cosa que también hace Petronio en "El Satiricón". Por sus cuentos de magia se le considera el iniciador del cuento fantástico que tanto éxito tendría con el romanticismo y nada digamos en la época moderna. Comienza la novela presentando al narrador, como en las novelas picarescas, como en "Robinson Crusoe", como en "David Copperfield", como en "William Wilson", como en "Moby Dick". Se trata de un relato en primera persona, en el que una vez hecha la presentación (el autor reconoce que aprendió griego, "la primera conquista de mi infancia", mas confiesa que tuvo que aprender el latín sin maestro, por lo que pide disculpas por sí emplea "algún giro exótico o extraño"), introduce al lector sin más preámbulos en el relato: "Iba yo camino de Tesalia por cuestión de negocios". En una frase está dicho todo, aunque entre paréntesis explica su vinculación familiar con aquella tierra de magos. En el brevísimo prólogo nos dice que "podrás admirar a criaturas humanas que cambian de forma y condición, y, viceversa, que luego recobran su antiguo estado"; por lo que el libro es conocido también por "Las metamorfosis", aunque dejemos este título para Ovidio y Kafka y quedémonos con "El asno de oro", que no es mal título y se ajusta al contenido de la novela. "Aureus" aquí tiene el sentido de "magnífico". Lucio, el protagonista narrador, no se convierte en asno hasta el libro tercero, cuando ve a Pánfila untarse el cuerpo con un filtro que la vuelve búho; él prueba a su vez, quedando convertido en asno. Volverá a su estado anterior si come rosas; pero como no las hay en aquel país, emprende un viaje en busca de ellas, en el que tiene diferentes amos y escucha numerosas historias. Uno de los episodios independientes más conocidos de la novela es el de Amor y Psiquis, que ocupa parte de los libros 1V y VI, todo el libro V. La novela es entretenida y se lee con facilidad. Como se compone de episodios independientes, como el Quijote y las aventuras de Mr.Pickwick, el lector puede saltar los que le pesen.

Lucio Apuleyo era un gran retórico, orador y filósofo. Como suele ocurrir, es recordado no por sus obras ambiciosas, sino por la que escribió solo como entretenimiento.

La Nueva España · 28 junio 2015