Ignacio Gracia NoriegaIgnacio Gracia Noriega


Gracia Noriega, Despedidas & necrológicas

Ignacio Gracia Noriega

Del Viso, el concejal jovial

Tras el fallecimiento de quien fue edil de Cultura durante los primeros mandatos de Gabino de Lorenzo

Supongo que ahora que ha muerto, y a pesar de que hayan cambiado tanto las cosas en general y en los ayuntamiento en particular, tanto en la política municipal como en la manera de llevarla cabo, se reconocerá por fin que José María Fernández del Viso fue uno de los grandes concejales del Ayuntamiento de Oviedo desde los días de la Transición. Durante el régimen anterior, los concejales eran unos señores que se daban mucho pisto, que iban corporativamente a las procesiones religiosas y que procuraban mantenerse lo más apartados posible del "pueblo llano"; a fin de cuentas, nadie los había votado y, a fin de cuentas también, nadie preguntaba por ellos. A finales del franquismo, algunos concejales se volvieron muy asequibles, como Folgueras y Graciano Madera, e hicieron todo lo posible por solucionar los problemas que les plantaban las asociaciones de vecinos de la ciudad. Con la llegada de la democracia, el PSOE dio machetazo al movimiento vecinal, por considerar que el "pueblo soberano" ya estaba suficientemente representado y, sobre todo, porque en el movimiento asociacionista predominaba el PC. El ideólogo de esta postura fue Gómez Llorente. Del Viso, cuando llegó al Ayuntamiento de Oviedo, no lo hizo como concejal que hubiera de enfrentarse con cuestiones políticas aunque, ciertamente, pasado político no le faltaba. Fue un excelente concejal de Cultura durante las primeras alcaldías de Gabino de Lorenzo, de una brillantez resolutiva excepcional y durante las que Oviedo se convirtió en una de las mejores ciudades de España.

Si quieren un ejemplo de cara y cruz no encontrarán otro mejor que la brillantez, imaginación y casi genialidad de los primeros años de Gabino, y la cruz de los últimos, calamitosos. Desde el teatro Campoamor, Del Viso dirigió durante mucho tiempo la política municipal en materia cultural y no pudo hacerlo mejor. Aquellos fueron años estupendos, que recordamos con nostalgia desde este yermo. Se realizaban todo tipo de actividades, se hacían publicaciones y Del Viso estaba dispuesto a escuchar todas las propuestas, a aceptar las que eran viables y a dejar hacer a las personas de su confianza. Al cabo de los años y seguramente por motivos de política interna, fue cesado como concejal y, a partir de entonces, publicó en “La Nueva España” de manera frecuente artículos muy críticos y amargos sobre el PP. Vio, como no vieron los grandes dirigente locales y nacionales, que un partido no puede ser indeciso, complaciente con los de signo contrario y, sobre todo, no puede mostrarse pusilánime ante el separatismo. Los resultados ahí están y, aunque eran los que había previsto, seguramente le resultó doloroso a Del Viso que quien tuvo mayoría absoluta ahora tenga problemas para seguir gobernando.

Del Viso era un buen amigo y fue un buen concejal. Se recordará cuando regía la política cultural ovetense y Oviedo era una ciudad animada, con multitud de actividades. Algo que no volverá; que no se pierda su recuerdo.

La Nueva España · 14 febrero 2016