Ignacio Gracia NoriegaIgnacio Gracia Noriega


Gracia Noriega, Mirador de sombras

Ignacio Gracia Noriega

El problema del alcohol

El libro del doctor Pedro Quirós aporta datos estremecedores sobre las consecuencias de la bebida

La publicación del libro “Historia del consumo de las bebidas alcohólicas en España”, del doctor Pedro Quirós Corujo, coincide con la determinación de la Junta General del Principado de subir a los 18 años la edad para iniciar el consumo del alcohol en Asturias. Hasta los 18 años el posible bebedor será un menor de edad y podrá aplicársele la prohibición que vemos expuesta en muchos establecimientos de prohibir la venta de alcohol a los menores. Bien es verdad que si hay aborto libre a edades más tempranas, por qué no se va a poder tomar una copa antes de los 18, habida cuenta que emborracharse no requiere ninguna intervención quirúrgica.

El proyecto de ley pretende corregir una situación permisiva y aunque pudiera esperarse una cierta polémica a propósito de ella, parece que sobre este punto hay unanimidad de padres, médicos y fiscales. Supongo que los que no estarán de acuerdo serán algunos menores. Pero tampoco vale ser hipócritas y echarle solo a los jóvenes la culpa del botellón y que conviertan las calles céntricas de las ciudades en auténticas campanadas alcohólicas. Es comprensible que los vendedores de bebidas alcohólicas hayan contribuido de manera muy importante al alcoholismo de los jóvenes, porque ése es su negocio, pero también lo han hecho los ayuntamientos sin escrúpulos de muchas localidades costeras y veraniegas, que consideran la borrachera como una promoción turística, y en general todos los ayuntamientos en los que tiene lugar el llamado “botelón”, que podría evitarse por el simple procedimiento de desalojar las calles de grupos compactos y vociferantes a altas horas de la madrugada enviando a la Policía municipal con órdenes precisas. Pero si no se hace, a pesar de la interrupción del tráfico rodado y de las molestias causadas de los vecinos, alguna razón habrá para tolerar y fomentar tal anarquía.

Pedro Quirós, autor del monumental libro “Alcohol y alcoholismo en Asturias”, en su nueva obra aborda problemas concretos, algunos enunciados en la portada, como “¿Consumimos los españoles cantidades excesivas de alcohol?” y “El problema del botellón”. En España se bebe fuerte, o más bien se bebía, aunque no hayamos llegado a la situación enunciada por el obispo Macgee, que “prefería una Inglaterra libre a una Inglaterra abstemia”. En cuanto al botellón, Quirós plantea la cuestión con todo rigor: “El problema va creando una alarma social, más por las molestias que provoca que por su auténtico conocimiento y de sus consecuencias para el futuro de la salud de estos jóvenes”. El espectáculo de niños y adolescentes borrachos como cubas (y muy mal borrachos) no solo es vergonzoso y habitual de las noches de nuestras ciudades, sino lamentable y atajable. Quirós aporta datos objetivos y estremecedores sobre los efectos del alcohol en cerebros en proceso de maduración, o sobre el alcohol y la genética, y hace una pregunta inquietante: ¿qué sabemos de nuestros jóvenes, y en qué clase de sociedad viven ellos y nosotros mismos?

La Nueva España ·20 marzo 2015