Ignacio Gracia NoriegaIgnacio Gracia Noriega


Gracia Noriega, Mirador de sombras

Ignacio Gracia Noriega

El bonito pacto roto

El fracaso de la derecha en Asturias, que a nadie sirve como aliado político

Se habló mucho del “pacto del duerno”, sobre cuyas pantanosas bases parece haberse asentado el bipartidismo en Asturias. Resulta difícil creer en la posibilidad de tal pacto, pero en la “democracia española” debemos acostumbrarnos a lo que parece increíble, porque todo lo que está sucediendo es increíble. Me certificó la probabilidad del pacto entre el vergonzante partido de “centro derecha” y el principal partido de izquierda (ningún socialista que se precie se considera de “centro izquierda”: ¡hasta ahí se podía llegar!; que la “corrección política” la observen otros) el hecho incomprensible en términos racionales de que habiendo ganado la derecha por mayoría absoluta en anteriores elecciones, le cedió graciosamente el poder a la izquierda a causa de trifulcas internas, intereses personales y falta de sentido común y patriotismo por parte de los dos miembros de la misma familia enfrentados, PP y Foro. Esto en la izquierda resultaría inconcebible: ¡perder una región porque no se llega a un acuerdo entre ellos! En tanto, Rajoy y la Cospedal ni se dignaron a echar una mirada a Asturias: gobernaban en la mayoría de las autonomías españolas, por lo que Rajoy se dedicó a hacer la política del avestruz “políticamente correcto” y la Cospedal a presumir, y así, de paso, se permitían darle a la izquierda una lección de desinterés señorial: ya que gobernamos en otras partes, quedaos con Asturias, que no nos interesa. Cada vez que el “centro derecha” quiere darles lecciones de señorío y buen gobierno a la izquierda, el resultado es catastrófico para el mencionado “centro derecha”: Aznar quiso darle una lección a González de que hay que apartarse del poder a tiempo y abrió una crisis en el PP de la que no se ha recuperado ni se recuperará; y el “regalo” de Asturias supone, a la vista está, la renuncia al poder para siempre del "centro derecha" en la región. Mejor así, porque más vale que gobierne un hombre prudente y con cabeza como Javier Fernández que una señora que en la pasada campaña electoral no tiene cosa mejor que decir a sus posibles electores que ella es una mujer de firme voluntad porque dejó de fumar, y no dijo cuántos pitillos fumaba por no alarmar a su mamá.

Ahora, después de haber funcionado tan admirablemente el pacto del “duerno”, que asignaba Asturias para la izquierda y Oviedo para el “centro derecha”, se ha roto de manera estrepitosa, porque nadie pacta con los vencidos. Después de varias intentonas, Wenceslao López ocupa la Alcaldía de la capital de la provincia. No le conozco personalmente, pero ya estaba en el PSOE cuando estaba yo allí, es decir, en la prehistoria. Se habla bien de él y, de hecho, hasta ahora ha dado muestras de discreción y modestia, poco comunes en un político. Todo lo que haga bien, será bueno para Oviedo. En tanto, en Madrid no sé si se tendrá en cuenta ese desastre del PP asturiano, que él mismo se buscó. La ruptura del “pacto del duerno” demuestra que el PP de Asturias ha dejado de existir.

La Nueva España ·25 junio 2015